"Lo que está en riesgo son las personas": activista de 13 años sobre cambio climático
Alerta que la crisis climática está vulnerando los derechos de las personas en su día a día.
Desde sus redes sociales, el activista colombiano Francisco Vera, con tan solo 13 años, difunde su lucha por la defensa del medio ambiente, con la que pretende concienciar a la población de que, en realidad, "la crisis climática es una crisis de derechos humanos".
"La crisis climática está vulnerando los derechos de las personas en su día a día", alerta Vera en una entrevista con EFE en Bruselas, durante su participación en el foro social previo a la cumbre de líderes de la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Vera hace activismo climático desde los nueve años, preocupado por los incendios que en 2018 azotaron a la selva del Amazonas, aunque reconoce que su interés por la política y las cuestiones sociales nació a una edad mucho más temprana.
En 2019, fundó Guardianes por la vida, una asociación compuesta por unos 700 "niños, niñas y adolescentes de entre 8 y 14 años" que desarrolla proyectos de educación ambiental y de formación en asuntos climáticos y ciudadanos.
Vera lamenta que cuando se habla de cambio climático, se percibe como si fuera una cuestión abstracta, sin embargo, incide en que "lo que está en riesgo son las personas".
"Hay migraciones internas dentro de los países de América Latina provocadas por inundaciones, deslizamientos de tierras, altas temperaturas o escasez de agua", esgrime para alertar del fenómeno al alza de los desplazados climáticos.
Ante este panorama, defiende la importancia de la cumbre entre los jefes de Estado y de Gobierno de la UE y la Celac, que tendrá lugar los próximos 17 y 18 de julio, para "fortalecer la cooperación" entre ambas regiones e "incrementar la ambición" de las políticas medioambientales.
Aún así, pone deberes a los mandatarios y les pide más espacio de representación y participación para los jóvenes: "Creo que es muy importante reconocer a los jóvenes como una voz potente y tratarlos a la misma altura".
"Vivimos en una sociedad adultocentrista, en la que la voz de los niños simplemente se menosprecia por el hecho de ser niños", denuncia Vera.
Este activista de 13 años lamenta que el "concepto de niño" está "un poco deformado" ya que se asocia esta palabra a la inmadurez, algo que considera que les excluye de la participación política.
"Hay un paradigma que estigmatiza de alguna manera a los niños, creando una situación en la que se les encasilla y se les encierra en unos límites, pues se considera que ellos sólo están para jugar, para estudiar y ya está", critica.
Esto, cree, invalida la voz de los niños y adolescentes, que queda relegada a los márgenes de la sociedad: "Tenemos necesidades que deberían ser escuchadas, tenemos opiniones y podemos aportar".
Con todo, según Vera, no puede existir una infancia y una adolescencia que sea crítica con su entorno sin haber contado antes con una "educación digna y de calidad", uno de los principales reclamos de su asociación Guardianes por la vida.
Nacido en Bogotá, Vera reside desde el pasado mes de septiembre en Barcelona desde donde llega a sus casi 160.000 seguidores en Instagram y difunde su tarea como primer defensor juvenil de Unicef para el medio ambiente y la acción climática en América Latina y el Caribe.
Todavía no sabe qué quiere ser de mayor, ya que además del clima y del activismo social, le interesa mucho la ciencia, dice, aunque no esconde que en un futuro le gustaría ser presidente de Colombia.
Vera ha sido uno de los participantes más jóvenes del foro social previo a la cumbre UE-Celac, donde la sociedad civil ha presentado una serie de conclusiones para que los mandatarios las estudien en el impulso de sus renovadas relaciones birregionales.
Entre sus peticiones, las organizaciones civiles europeas y latinoamericanas reclaman una representación permanente para seguir de cerca los procesos entre la UE y la Celac a través de la creación de un "mecanismo multiactor", que también incluya a sindicatos, asociaciones juveniles y gobiernos locales.
EFE